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Al parecer esta perra en celo vino de otro estado a estudiar, pero más que estudiar a la muy puta le gusta dar sentones sobre la verga y mamarla bien rico. Para bautizarlos tuvieron que recorrer varias iglesias hasta que dieron con un párroco en A Coruña que se prestó a administrarles el agua bendita: «Pero vengan a última hora de la tarde, cuando no haya nadie». Pese a su enojo, es un hecho refrendado por la Ciencia que las posibilidades de que un hijo fruto de la relación de dos hermanos nazca con algún tipo de anomalía genética son altas.